«La lámpara Black Flag encarna el espíritu rebelde de su homónimo al tiempo que constituye una pieza de diseño funcional y sorprendente. Su capacidad única para extenderse hasta 3,5 metros desde la pared permite llevar la luz al centro de cualquier espacio, mientras que su forma plegada adquiere el aspecto de una escultura elegante y poderosa».
Konstantin Grcic
Black Flag ha sido diseñada para ocupar el mínimo espacio cuando está cerrada y proporcionar la máxima iluminación cuando está abierta. Cuando está cerrada, adquiere el aspecto no solo de la bandera de la que toma su nombre, sino también de una escultura minimalista que recuerda al movimiento artístico suprematista. Cuando está abierta, se transforma en una pieza de iluminación central que funciona como una lámpara colgante.
Una lámpara extremadamente discreta y funcional concebida tanto para el hogar como para la oficina, que cumple con los estándares normativos y confort visual para su utilización en entornos laborales. Proyecta una luz uniforme sobre cualquier superficie de trabajo con niveles mínimos de 500 lx. La luz indirecta perfecta para suavizar el ambiente y reducir los contrastes.
Black Flag cuenta con una iluminación directa diseñada a medida compuesta por 42 unidades de luz individuales en una única placa. Cada unidad incorpora una lente rotosimétrica específica con un ángulo cut-off de 20º y una trama brillante en el interior para controlar el deslumbramiento y mate en el exterior para hacer juego con la lámpara.
La avanzada tecnología integrada en Black Flag se complementa con su enfoque sostenible, que se ve reforzado por el empleo de aluminio altamente reciclable y la ausencia de pegamento y soldadura. La versión PRO también está equipada con un modo Eco que ajusta la intensidad de la luz en función del entorno, lo que reduce el consumo y prolonga la vida útil de la lámpara.