¿Cómo afectará la automatización a la experiencia humana en lo que se refiere a la luz?
No queremos sustituir a las personas por sistemas de control, no obstante, sí necesitamos sistemas de control para controlarlas, y en la mayoría de proyectos comerciales grandes nos encontramos con un edificio sofisticado con un sistema de control que prevalece sobre la iluminación en general, pero intentamos devolver a la gente un poco de control sobre ella y sobre la configuración de, digamos, un ambiente íntimo. Creo que el punto medio entre ser controlado y formar parte del control es lo más importante.
La línea divisoria entre la iluminación de interiores y exteriores se está difuminando cada vez más. ¿Se trata del resultado de un nuevo enfoque en arquitectura o de una necesidad humana?
Por lo general, en nuestra sociedad, en los espacios de trabajo los exteriores se convierten en parte de nuestra vida privada y, por otro lado, hay gente que utiliza espacios exteriores en sus casas como parte de su vivienda. Siempre intentamos integrar la atmósfera exterior en el entorno interior, así que, para nosotros, siempre ha formado parte del diseño, incluso si es exterior y es un ambiente distinto del interior.
En lo que se refiere a la automatización, ¿en qué dirección cree que evolucionaremos?
Todos estos sistemas de control, la posibilidad de que las soluciones de iluminación sean inteligentes y controlables y el poder influir en la configuración son cosas nuevas y necesitamos aprender a aprovechar estas posibilidades. Así que, la pregunta es hasta dónde nos gustaría llegar, y creo que es importante que la gente pueda controlar estos sistemas, que haya una configuración en la que existan límites dentro de los cuales la gente puede tener el control.
Es por este motivo por el que, por ejemplo, si puedes graduar el blanco de referencia, debes fijar un rango concreto dentro del cual la gente pueda escoger, un rango que sea sano para las personas, puesto que un ambiente malsano es nocivo si se puede configurar. En conclusión, son necesarios ciertos límites, y estos límites los deben fijar los ingenieros que trabajen con métodos científicos, además de las autoridades.
«No queremos sustituir a las personas por sistemas de control, no obstante, sí necesitamos sistemas de control para controlarlas. Creo que el punto medio entre ser controlado y formar parte del control es lo más importante».
Flos utiliza tecnología avanzada para desarrollar sus productos, sin correr riesgos en cuanto a la calidad del diseño. ¿Cómo aprovecha las ventajas que esto supone en su trabajo?
Nosotros, como diseñadores de iluminación alemanes, siempre nos enfocamos en la calidad. Al usar un producto, la calidad es uno de los temas fundamentales que tendremos en consideración a la hora de elegirlo. Flos es una empresa que conocemos muy bien, y cuando pensamos en ella, pensamos en diseño.
Flos está ofreciendo ahora productos destinados también a proyectos comerciales y arquitectónicos, y por eso, la calidad es un factor primordial para nosotros, puesto que deben ser productos fiables y duraderos. Por lo que he visto aquí en la feria ([Light&Building 2018, Fráncfort]), estoy muy satisfecho con el producto que Flos nos está ofreciendo.