Su foco orientable, inspirado en el símbolo del paréntesis, se desliza verticalmente a lo largo de un cable suspendido del techo, mantenido tenso por un contrapeso que flota justo por encima del suelo. Este ingenioso diseño equilibra movimiento e inmovilidad, ingeniería y arte, sencillez y sofisticación.
Parentesi tiene una luz de acento perfecta para un rincón de lectura y, gracias a su bombilla direccional, podemos enfocarla al techo o a la pared y convertirla en una lámpara de ambiente.
El diseñador Pio Manzù, entre cuyos trabajos se incluye el Fiat 127, falleció dos años antes de que Parentesi viera la luz. Castiglioni transformó sus dibujos en la lámpara que hoy conocemos, compartiendo el mérito como homenaje al pensamiento original y a la innovación en el diseño.
Parentesi está disponible en cuatro opciones de color: negro, rojo, blanco y níquel.